¡Bienvenidos Lectores!


No todo es real, simplemente son expresiones de mi interior y visualizaciones del exterior.



Espero que lo disfruten!.





GRACIAS!.

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"Is sad don't see me, i need a break"

Es triste no verme, necesito un descanso




Necesito salir de acá! huir a otro lugar donde pueda pensar o dejar de pensar…

Cuando la familia planifica algo y vos visualizas esa planificación y no te ves, sentís que no encajas que no hay espacio para vos, que no sos parte...

Son en esos momentos de la vida en los que deseo no existir!, porque siento que no tengo lugar, que estoy demás, sobro...
Solo imagino no existir por un instante y veo que todo es mejor... sin mi todo es mejor!
Cuento matemáticamente y... No!... no entro, no encajo, no me veo.

Ya la vida no es la misma; uno crece, la familia crece, y uno debe partir... debe separarse y empezar su propia vida, crear su propio espacio.


Entonces esta bien no visualizarse, es triste pero es mejor… (¿creo?)



Solo es hoy un instante en el que quiero desaparecer – descansar….

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EL LANZADOR DE ESTRELLAS


Cierto día, caminando por la playa reparé en un hombre que se agachaba a cada momento, recogía algo de la arena y lo lanzaba al mar. Hacía lo mismo una y otra vez. Tan pronto como me aproximé, me di cuenta que lo que el hombre agarraba, eran estrellas de mar que las olas depositaban en la arena, y una a una, las arrojaba de nuevo al mar.

Intrigado, lo interrogué sobre lo que estaba haciendo, a lo cual me respondió:

- “Estoy lanzando estas estrellas marinas nuevamente al océano. Como ves, la marea baja y estas estrellas han quedado en la orilla. Si no las arrojo al mar, morirán aquí por falta de oxígeno”.

- “Entiendo”, le dije, “pero debe haber miles de estrellas de mar sobre la playa. No puedes lanzarlas a todas. Son demasiadas, y quizás no te des cuenta de que esto sucede probablemente en cientos de playas a lo largo de la costa. ¿No estás haciendo algo que no tiene sentido?”.

El hombre sonrió, se inclinó, tomó una estrella marina y mientras la lanzaba de vuelta al mar me respondió:

- “¡Para ésta, sí lo tuvo!”

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