¡Bienvenidos Lectores!


No todo es real, simplemente son expresiones de mi interior y visualizaciones del exterior.



Espero que lo disfruten!.





GRACIAS!.

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Estrella Fugaz


Ni por un segundo de mi vida espere que este momento llegara tan rápido.

Es como descubrir una estrella fugaz!.
Siempre deseaste verla, que brille, sea larga y perfecta!.
Miras al cielo y nunca la vez,
Te pone triste y contenta porque aun no es el momento.
Y seguís caminando hasta que algún día cuando mires la encuentres.

Pero esto me agarro de sorpresa, yo estaba mirando el suelo,
y al atravesar un charco de agua la vi brillar,
levante la mirada y ahí estaba,
golpeaba mis pupilas con un brillo inexplicable, tan irreal!..
Tenia dos opciones, desviar y cerrar mis ojos seguir caminando,
o simplemente disfrutar de eso sin esperar nada!..
Sin pensar en que todo terminara en cualquier momento!.
En que simplemente es una estrella fugaz perdida en el inmenso espacio.

Y aquí estoy, a una semana de toparme con esa estrella fugaz que aun no se apaga!. Extrañándola cuando la veo porque estoy tan lejos!..
Aun no espero nada, aun la veo tan irreal,
con su brillo extraño que parece confundida,
pero sigue estando,
sigue llamando mi atención sin dejarme desviar la mirada.

Siempre quise verla, pero cuando se mostró no estaba preparada,
y aun no termino por aceptar que ahí esta!
Esta!.

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Los Once Minutos Prestados



Me gustaría creer que estoy enamorada. De alguien a quien no conozco y que no entraba en mis planes.

El universo sólo tiene sentido cuando tenemos con quién compartir nuestras emociones

Pasión: Describe la belleza de un encuentro fulminante entre dos personas, pero no se limita a eso; está en la excitación de lo inesperado, en el deseo de hacer algo con fervor, en la certeza de que va a conseguir realizar un sueño. La pasión nos da señales que nos guían la vida, y nos toca a cada uno descifrar esas señales.

La pasión hace que uno deje de comer, de dormir, de trabajar, de estar en paz. Mucha gente se asusta porque, cuando aparece, derrumba todas las cosas viejas que encuentra.
Nadie quiere desorganizar su mundo. Por eso, mucha gente consigue controlar esta amenaza, y es capaz de mantener en pie una casa o una estructura que ya está podrida. Son los ingenieros de las cosas superadas. Otra gente piensa exactamente lo contrario: se entrega sin pensar, esperando encontrar en la pasión las soluciones para todos sus problemas. Descarga sobre la otra persona toda la responsabilidad por su felicidad, y toda la culpa por su posible infelicidad. Está siempre eufórica porque algo maravilloso sucedió, o deprimida porque algo inesperado acabó destruyéndolo todo.

Apartarse de la pasión, o entregarse ciegamente a ella, ¿cuál de las dos actitudes es la menos destructiva?
No sé.

El deseo profundo, el deseo más real es aquel de acercarse a alguien. A partir de ahí, comienzan las reacciones, el hombre y la mujer entran en juego, pero lo que sucede antes, la atracción que los unió, es imposible de explicar. Es el deseo intacto, en estado puro. Cuando el deseo todavía está en ese estado puro, hombre y mujer se apasionan por la vida, viven cada momento con veneración y, conscientemente, esperan siempre el momento adecuado para celebrar la siguiente bendición.
Así, las personas no tienen prisa, no precipitan los acontecimientos con acciones inconscientes. Saben que lo inevitable se manifestará, que lo verdadero siempre encuentra una manera de mostrarse. Cuando llega el momento, no dudan, no pierden una oportunidad, no dejan pasar ningún momento mágico porque respetan la importancia de cada segundo.

Los encuentros más importantes ya han sido planeados por las almas antes incluso de que los cuerpos se hayan visto.
Generalmente estos encuentros suceden cuando llegamos a un límite, cuando necesitamos morir y renacer emocionalmente. Los encuentros nos esperan, pero la mayoría de las veces evitamos que sucedan. Sin embargo, si estamos desesperados, si ya no tenemos nada que perder, o si estamos muy entusiasmados con la vida, entonces lo desconocido se manifiesta, y nuestro universo cambia de rumbo.

Todos sabemos amar, pues hemos nacido con ese don. Algunas personas lo practican naturalmente bien, pero la mayoría tiene que reaprender, recordar como se ama, y todos, sin excepción, tenemos que quemarnos en la hoguera de nuestras emociones pasadas, revivir algunas alegrías y dolores, malos momentos y recuperación, hasta conseguir ver el hilo conductor que hay detrás de cada nuevo encuentro. Y entonces, los cuerpos aprenden a hablar el lenguaje del alma, eso se llama sexo.

Cuando nos encontramos somos dos energías divinas, dos universos que chocan. Si el encuentro no tiene la reverencia necesaria, un universo destruye al otro.

Hay un reloj escondido en cada uno de nosotros, y para hacer el amor las manecillas de ambas personas tienen que marcar la misma hora al mismo tiempo. Eso no sucede todos los días. Aquel que ama no depende del acto sexual para sentirse bien. Dos personas que estén juntas, y se quieren, tienen que sincronizar sus manecillas, con paciencia y perseverancia, con juegos y representaciones teatrales, hasta entender que hacer el amor es mucho más que un encuentro: es un abrazo de las partes genitales.
Todo tiene importancia. Una persona que vive intensamente su vida goza todo el tiempo y no echa de menos el sexo. Cuando practica el sexo, es por abundancia, porque el vaso de vino está tan lleno que desborda naturalmente, porque es absolutamente inevitable, porque acepta la llamada de la vida, porque en ese momento, sólo en ese momento, consigue perder el control.

El arte del sexo es el arte de controlar el descontrol.

Cuando no tuve nada que perder, lo recibí todo. Cuando dejé de ser quien era, me encontré a mi misma.

La vida es corta, o demasiado larga para que yo pueda permitirme el lujo de vivirla tan mal.

Cada ser humano vive su propio deseo; forma parte de su tesoro, y, aunque sea una emoción que pueda apartar a alguien, generalmente trae a quien es importante.


P.C.

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